Segundo Secundaria


La aventura de la casa vacía

Desenlace de La aventura de la casa vacía
[…]Al día siguiente del asesinato visitó la casa de la madre de Adair para desearle lo mejor. De paso aprovechó y le hizo algunas preguntas. La mujer estaba deshecha y confundida, sus ojos eran dos cataratas y, aún, mantenía el vestido de la noche anterior. Cualquiera fuera la pregunta que le hiciera siempre desembocaba en una misma conclusión la cual incriminaba a los compañeros de club de Adair. Lo mismo sucedía con la hermana y con la doncella.
   No había dudas de dónde tenía que enfocarse mi compañero Holmes. Se sentó en su sillón como solía hacer. Se decidió ir al jardín. Este lugar estaba lleno de flores; rojas, rosas, amarillas, naranjas, verdes, azules, celestes, violetas… y llenas de polvo proveniente de la chimenea, que no solo cubrían las flores, también el pasto. En algunas partes de este se podían apreciar partes sin polvo, como manchas no más grandes que un conejo.
   Optó por ir a la habitación del asesinato. Comenzó a buscar, pero nada le daba un dato certero, creo yo. Revisó el cuerpo y estaba el agujero de la bala, un traje con olor a humo sin nada en el interior y en las manos un anillo, un reloj y manchas de tinta negra en los dedos. Como buen detective se las ingenió para descubrir las cosas escondidas, por lo tanto realizó la técnica del frottage, eso a mi nunca se me hubiese ocurrido.
   Revizó cajones, cojines, armarios, lámparas, cortinas, ventanas, puertas… todo pero nada parecía darle una pista más de las que tenía.
   Supongo que él tendría asegurado algunos criminales como principales, pero necesitaba más pruebas. Con todas las pistas que hoy poseía podía hacerle unas cuantas preguntas más a la madre del asesinado.
   —Señora, he recopilado unas cuantas pistas pero necesito más, por lo cual vengo a usted para que me ayude. Le pido la mayor honestidad posible.
   La mujer asintió con un gesto lento y de seguridad.
   — ¿Podría usted decirme con qué mano escribía su hijo?
   —Él era diestro, siempre lo fue. En general lo es para todo…
   La interrumpió.
   —Perfecto… Solo con que me responda lo que le pregunto basta, señora. ¿En la noche del asesinato estaba la doncella sola en la casa?
   —Sí por supuesto, aunque no creo que sea ella, Chicha en muy buena. Toda una santa.
   —No se puede confiar en nadie hasta que se demuestre lo contrario. Por cierto… ¿Le dicen Chicha a la doncella?
   —Sí, pero su verdadero nombre es Felipa Milner.
   — ¿Milner? Señora… ¿Esta chica tiene alguna semejanza con uno de los compañeros de club de su hijo?
   Les aseguro que Holmes llegaría a un muy buen resultado de no ser que la madre de Adair le haya dicho que no sabía. De todos modos no se rendiría. La muchacha muy santa de la señora Maynooth se convirtió en un blanco más para sus investigaciones y mis dudas.
   — ¿Podría ver la habitación donde se hospeda la doncella?

   Sin decir más, la angustiada madre se levantó y nos dirigió hacia donde la muchacha pasaba sus noches soñando. No había nada raro. La típica habitación con la cama, un velador sobre una mesita de luz, el armario y algunos muebles, incluyendo repisas. Entonces ve lo que necesitaba ver. Cubierta por unas ropas, no muy bellas manchadas por el polvo, un mango de madera asomaba. Lo tomó para sacarlo de su escondite y sí, estaba mi compañero estaba sosteniendo el arma homicida.
   Frente a la madre y la hermana del asesinado y la doncella, con todas las puertas y ventanas cerradas para que no se escara nadie por ninguna razón, ya estaba por develar la conclusión.
   —He investigado no solo lugares, sino también objetos, personas… A todo esto encontré lo que buscaba: una solución—En este entonces los corazones de las tres mujeres comenzaron a acelerarse hasta el punto de poder escuchar los latidos—. Paseando por el jardín hallé huellas en el pasto, formadas por la falta de polvo en esas zonas. Estas se dirigían hacia la calle. Allí las perdí de vista.
   “Encontré manchas de tinta negra en los dedos de la mano derecha de Adair. Justo la mano con la que escribe—se podía ver la agitación del respirar—. Al realizar mi método de frottage descubrí un escrito muy parecido al de un “poder”, esas autorizaciones que se hacen para poder extraer dinero del banco de otra persona—a medida que nombraba las pistas, él las mostraba para comprobar su autenticidad—. Esta autorización estaba dirigida para Felipa—obviamente la muchacha comenzó a negar todo y a declararse inocente, como cualquier culpable lo haría.
   “Por consiguiente al revisar su habitación, ¿Qué hallé? El arma homicida, más unas zapatillas, de un tamaño muy similar al de las marcas en el pasto, cubiertas de polvo.
   “El porqué, es muy fácil de explicar—la doncella se había rendido y ya no hacía más que escuchar lo que yo les estaba contando a los familiares de Adair—. Su padre es el compañero de club de Adair, el señor Godfrey Milner. Últimamente Ronald le estuvo sacando unas cuantas libras, por lo que para conseguirlas, qué mejor método más que el de mandar a su hija, una de las personas de mayor cercanía con Adair, a matarlo, después de haber conseguido la autorización de extracción de ahorros del banco.
   “Felipa, no hay más que decirte, los policías tienen a tu padre y están afuera esperándote.


Federico Calichia


Federico Calicchia es un adolescente de doce años nacido el 17 de Mayode 1999 en el Hospital Alemán, Capital. Su madre lo dio a luz antes de loprevisto por el médico, por lo que tuvo que permanecer un mes en incubadora.
La infancia y educación de Federico fue feliz y buena. Asistió al jardínde infantes “7 Colores” durante tres años, seis años en la “Escuela ModeloMariano Acosta” y tres años en la “Nueva Escuela del Sur”. Sin embargo, no todoen su vida fue bueno, ya que tuvo sus problemas: algunos malestares bronquialesy dificultades a la hora de dormir.
“Era un chico muy inquieto y algo peculiar. Recuerdo que una vez élestaba en la cuna y se cayó; cuando lo levanté, tenía el diente roto.”, dijo lamamá de Federico, Graciela Simonetta, al preguntarle acerca de la infancia desu hijo.
Federico vivió una preadolescencia algo estresante tanto para los padrescomo para él. El conflicto principal fue la muy común “Edad del Pavo”. Esto conflictuóa Federico en la búsqueda de su identidad, la cual luego se definió en todoslos aspectos, como los sentimientos, amores, gustos y disgustos.
En ese período, Calicchia definió, a través de diversos sucesos, supersonalidad. Él es sensible, tal vez por las mascotas que tuvo y a las cualesse apegó sin importarle sobre su procedencia, como el perro que adoptó de lacalle y luego donó, o el perro que era del vecino… Estos y otros animalesfueron los que definieron su sensibilidad y gran afecto hacia las cosas. Otrade las cualidades de su personalidad es el miedo por los accidentes, por másínfimos que sean. Según el padre, este miedo lo adoptó por los accidentes quelo llevaron al hospital, los cuales fueron algo fuertes como para ser losprimeros. Específicamente, se fracturó el cúbito y el radio, ademásde una enfermedad llamada apendicitis.
Sus amores fueron pocos y no muy duraderos. Julieta Orosco y Luján Jovicfueron afectos de su corazón. Federico conoció a Julieta en la “Escuela ModeloMariano Acosta”, y a Luján la conoció en la “Nueva Escuela del Sur”. Según él,fue a Luján a quien le aportó más afecto de las dos chicas. Ese afecto llegó aconvertirse en un noviazgo, relación que Orosco y Calicchia nunca llegaron aformalizar.
Aparte de la personalidad, de su educación y lo que pasó con ella, en sutiempo libre, Federico se dedicó a la natación como actividad deentretenimiento y sociabilización, mientras también viajaba por toda la partesur de América (Argentina, Brasil y Uruguay).
Federico comentó sus aspiraciones que consisten en un futuro orientadohacia la contaduría, administración y con una vivienda en el Pato, Berazategui heredadade sus padres.


Pobre señora Dorina 

   Tiempo después de la visita del señor Nuttel, Vera no pararía de hacer bromas y de mentir sin piedad. Pero poco a poco sin que ella se diera cuenta, le quedaban menos víctimas.
   Aunque una siempre caería, por ejemplo, la vecina Doriana, que justo cuando Vera no sabía a quién más engañar se le apareció como un ciervo al leopardo. La mentirosa ya tenía un blanco asegurado.
   Vera, sin más preámbulo, fue elucubrando una mentira, mientras caminaba muy rápido hacia su vecina. La patraña no tenía que ser muy preparada, ya que Doriana era una creyente muy fácil de convencer.
   Por más que el engaño era suficientemente bueno como para creer en él, Vera se detuvo a medio camino y se dijo a sí misma: “Que engaño tan malo. Ya mi emoción no se conforma de solo ver cómo huyen, necesito más. Necesito más que la simple locura.”
   A continuación, Vera, buscando de dónde podría surgir su historia, vio un árbol en el cual había una inscripción grabada:   Y+K
   A paso apresurado, Vera consiguió estar frente a frente con su vecina. A partir de ese momento la charla comenzó:
   —Hola, señora Doriana, ¿Cómo está usted en esta tarde?
   —Bien, gracias por preguntar.
   —Señora no sabe lo que me contaron…
   — ¿Me ayudarías con las bolsas? Con las más largas, sábes que soy petisa. —interrumpió Doriana con toda su cara llena de sudor que le chorreaba por sus mejillas coloradas.
   —Sí, ¡Cómo no! Bueno, como le decía, me enteré de cuál es la razón de la inscripción de ese árbol.
   —No me digas. Cuéntame todo. —dijo la vecina muy entusiasmada.
   —Bueno, todo comenzó a mediados del siglo XVII. Aquí en la aldea había un grupo de amigos conformado por dos chicos, Yris y Hris, y una chica llamada Kris. Todos eran muy buenos amigos, pero en secreto también se amaban. Finalmente Hris y Kris se hicieron novios. El chico era muy afortunado, pero por el simple hecho de la trampa.
   “Antes del noviazgo, ambos chicos pusieron un acuerdo. Este constaba en que cada uno debía hacer diferentes cosas. Finalmente, Kris elegía. Como conclusión, todo lo que hacía Yris, Hris lo arruinaba y luego lo mejoraba.”
   “Al final, obviamente Kris eligió a Hris. Durante el tiempo de noviazgo de ambos, Yris no pertenecía ya a ningún grupo más que a su mente. Su depresión fue tanta que estaba al punto de suicidio. Pero no sería tan torpe como para matarse a si mismo, aunque a su amigo podría ser. Sin más obstáculos se dirigió a una casa de hechicería donde el mago le dijo que solo grabara las iniciales de los nombres de los enamorados dentro de un corazón en el árbol más grande del pueblo. En este caso, ese árbol, Doriana.”
   — ¿Entonces se enamoraron justamente sin trampas y como debería ser?
   —No, porque lo que pasó no fue amor si no que fue muerte. En ese momento, cuando terminó de hacer el corazón, las hojas verdes se tornaron doradas y de ellas un polvo mágico se dirigió hacia Hris con toda potencia. Ese polvo ingresó en al cuerpo y estalló en mil pedazos dorados. Al mismo tiempo, otra parte del polvo llego a Kris y a Yris.
   —Y su amor floreció por siempre sin obstáculos hasta que la muerte los separó…—interrumpió Doriana mientras que sus lágrimas salían de sus ojos cual catarata de emoción.
   —De hecho no pasó así. —le respondió Vera y con un tono de alegría—Ambos estallaron al igual que Hris. Es más me parece que escribieron tu nombre Doriana.
   La ultima frase fue la que hizo que la vecina de Vera comenzara a parlotear y decir: “y’ mori’, nombr’ escrit’, tata’ jaia’ mogba’, tata’ jaia’ mogba’.”
   Así, la pobre vecina recibió un castigo de encierro. Un encierro en un manicomio. Por más feo que sea, Vera no le prestó atención al hecho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario